Escrito por Dr. Preeti Shakya, Girls' Globe
Este artículo apareció originalmente en Girls' Globe. Publicado con permiso.
En muchas regiones en desarrollo, los jóvenes siguen careciendo de acceso a métodos de planificación familiar seguros y eficaces, por razones que van desde la falta de información o servicios hasta la falta de apoyo de sus parejas o comunidades. Se sigue impidiendo que los jóvenes tomen decisiones autónomas e informadas sobre sus vidas y sus cuerpos.
Hablando desde mi propia experiencia en Nepal, los valores sobre la sexualidad varían y están definidos por la cultura y la religión. Una barrera común es el estigma social, que disuade a los jóvenes de hablar abiertamente de sus necesidades y buscar las intervenciones necesarias.
Nepal es uno de los países con tasas de fecundidad adolescente bastante elevadas. La edad al contraer matrimonio es una variable especialmente importante que determina los niveles de fecundidad en Nepal, ya que se trata de una sociedad en la que las relaciones sexuales prematrimoniales están fuertemente desaprobadas. La elevada tasa de maternidad adolescente se debe a la temprana edad de las mujeres al contraer matrimonio.
Los datos de la Encuesta Demográfica y Sanitaria de Nepal informan de algunas tendencias alentadoras, como el progresivo aumento de la edad al contraer matrimonio en los últimos 15 años. Sin embargo, no se ha producido un aumento similar en la edad a la que las adolescentes comienzan a tener hijos.
En Nepal, el nivel de necesidad insatisfecha de planificación familiar sigue siendo alto.
Algunos adolescentes no pueden permitirse pagar los servicios, e incluso si pueden, muchos temen que se les exija el consentimiento paterno antes de poder recibirlos.
Los jóvenes tienen derecho a tomar decisiones informadas sobre sus vidas. Integrar sus perspectivas y ayudarles a superar las barreras sociales, legales y prácticas a las que se enfrentan es fundamental para alcanzar los objetivos de Planificación Familiar 2020(PF2020).
El Gobierno de Nepal se ha comprometido a mejorar los resultados sanitarios en el país, y se han puesto en marcha varias políticas y estrategias. Las recientes iniciativas del gobierno para proporcionar servicios de planificación familiar a través de satélites y clínicas móviles, así como de voluntarios sanitarios de la comunidad, son encomiables para ampliar el alcance de los servicios en zonas de baja accesibilidad.
A pesar de los importantes esfuerzos realizados, la idea de ofrecer servicios de planificación familiar a los jóvenes sigue sin ser bien aceptada y fácil de defender en Nepal.
A la hora de defender el derecho de los jóvenes a acceder a la planificación familiar, hay que tener en cuenta factores como la edad, la religión, los medios de vida y la educación. También es cierto que los jóvenes suelen buscar información sobre salud reproductiva en fuentes informales.
En consecuencia, para avanzar, la información debe proporcionarse a través de los medios de comunicación, los pares y los sectores informales. La educación entre iguales puede ser eficaz para facilitar el acceso de los jóvenes a los servicios de salud sexual y reproductiva (SSR) e influir en las normas sociales. Se ha demostrado que proporcionar a los adolescentes una Educación Sexual Integral (ESI) mejora los conocimientos, las actitudes y los comportamientos de los adolescentes en materia de salud sexual y reproductiva cuando se aplica bien.
Los adolescentes y los jóvenes constituyen un amplio sector de la población de Nepal. Dado su tamaño y su probable trayectoria de crecimiento en el futuro, esta población merece una atención política especial, sobre todo en lo que se refiere a educación, salud y población. Los adolescentes representan un alto porcentaje de la población total de Nepal, por lo que habrá que ampliar las políticas y programas de planificación familiar y salud reproductiva para satisfacer las necesidades de estos grupos.
Para que los programas de SSR para adolescentes sean eficaces, necesitamos esfuerzos sustanciales del gobierno junto con las organizaciones no gubernamentales y el sector privado. Deben abandonarse los enfoques improductivos y aplicarse los de eficacia probada. Deben explorarse nuevos enfoques que respondan mejor a las necesidades de los adolescentes.
Debemos comprometernos a proporcionar a los jóvenes las herramientas necesarias para actuar en sus comunidades y a identificar oportunidades de financiación para iniciativas dirigidas por jóvenes.
Mientras seguimos construyendo el marco para la Cobertura Sanitaria Universal, debemos garantizar una participación significativa y sostenible de los jóvenes en la planificación familiar a todos los niveles.