"La salud sexual y reproductiva (SSR) es un derecho humano y, como todos los demás derechos humanos, se aplica a los refugiados, los desplazados internos y otras personas que viven en contextos humanitarios. Para hacer realidad este derecho, las poblaciones afectadas deben tener acceso a información y servicios integrales de SSR para que sean libres de tomar decisiones informadas sobre su salud y bienestar."