
Principales conclusiones de la Conferencia Internacional de Población (IPC2025) Preconferencia sobre el cambio de poder
El 13 de julio de 2025, investigadores, profesionales, responsables políticos y financiadores se reunieron en la Universidad de Queensland en Brisbane, Australia, para una conversación crucial sobre la transformación de la dinámica de poder en la investigación de la salud y los derechos sexuales y reproductivos (SDSR) para dar inicio a la 30ª Conferencia Internacional de Población (CIP2025). Esta preconferencia, organizada por el Subcomité de Cambio de Poder de la CIPF 2025, reunió a voces de todo el mundo para abordar uno de los retos más acuciantes en nuestro campo: ¿cómo podemos ir más allá de los modelos de investigación extractivos y avanzar hacia asociaciones verdaderamente equitativas?
El viaje hacia el cambio de poder
El debate sobre el cambio de poder en las ciencias de la población no ha surgido de la noche a la mañana. Como explicó Goodness Ogeyi Odey, organizadora de la preconferencia, este movimiento ha ido cobrando impulso en múltiples plataformas internacionales. Desde los debates fundacionales de la ICFP 2022 en Pattaya (Tailandia) hasta el debate sobre la dinámica del poder en el desarrollo de la investigación y las asociaciones celebrado en la reunión anual de la Population Association of America (PAA2023) en Luisiana (EE.UU.), pasando por las conversaciones multilingües de la Conferencia Africana sobre Población (APC2024) en Malawi, que demostraron el reparto de poder a través de la accesibilidad lingüística, el sector ha ido despertando gradualmente a la necesidad de un cambio fundamental.
El momento elegido para esta reunión en Brisbane fue especialmente conmovedor. Como señaló Odey, "Este año ha tenido muchos trastornos, especialmente para quienes trabajan en salud sexual y reproductiva". Estos trastornos no han hecho más que amplificar la urgencia de abordar las desigualdades estructurales en la forma en que se lleva a cabo, se financia y se difunde la investigación.
Soberanía de datos en crisis: El dilema del DHS
Una de las sesiones más convincentes se centró en la soberanía de los datos y el precario futuro de las grandes encuestas demográficas, moderada por el Dr. Philip Anglewicz, Director del Instituto William H. Gates Sr. de Población y Salud Reproductiva (WHGI). La incertidumbre que rodea al programa de Encuestas Demográficas y de Salud (EDS) sirvió de recordatorio crítico de lo dependiente que se ha vuelto este campo de los sistemas de datos centralizados y financiados por donantes.
La Dra. Onikepe Owolabi, Vicepresidenta de Investigación Internacional del Guttmacher Institute, planteó cuestiones fundamentales que llegan al corazón de los actuales desequilibrios de poder: "¿Quién determina qué aspectos de los datos sobre SDSR son importantes para los gobiernos nacionales? ¿Quién determina qué módulos deben incluirse en las encuestas posteriores y a quién pertenecen estos datos?".
Aunque técnicamente los países "poseen" los datos de las encuestas demográficas y de salud, tienen poco que decir sobre lo que se recopila o cómo se diseñan las encuestas. Esta contradicción pone de manifiesto la naturaleza performativa de los actuales modelos de propiedad de los datos. Como señaló uno de los participantes, si se les preguntara si podrían poseer y gestionar de forma independiente la recopilación de datos, muchos países dirían que no, lo que pone de manifiesto la dependencia de los conocimientos técnicos que perpetúa estos desequilibrios de poder.
Tres dimensiones críticas del cambio
Las sesiones de trabajo de la preconferencia pusieron de manifiesto tres áreas interconectadas que requieren atención urgente:
1. Vulnerabilidad y resistencia de las infraestructuras
Los actuales sistemas de datos sobre SDSR son alarmantemente vulnerables a los cambios políticos y de financiación. Los participantes identificaron varios riesgos interconectados que amenazan los cimientos de este campo. La falta de credibilidad surge cuando los investigadores se esfuerzan por convencer a los responsables políticos de la gravedad de los problemas sin datos sólidos que respalden sus argumentos.
Mientras tanto, persisten las cuestiones de legitimidad en torno a si se debe confiar en los datos generados localmente frente a las encuestas estandarizadas internacionalmente, lo que revela suposiciones profundamente arraigadas sobre de quién es el conocimiento que cuenta. Tal vez lo más importante sea que la excesiva dependencia de las prioridades de los donantes, que pueden no coincidir con las necesidades locales, crea una dependencia fundamental que socava la auténtica apropiación del país.
La solución no consiste simplemente en conseguir más financiación, sino en replantearse a fondo la infraestructura de datos desde la base, situando a los países en el centro de los procesos de toma de decisiones. También queremos preguntarnos con qué fin se recopilan los datos: ¿cómo evitamos la recopilación selectiva de datos?
2. Modelos de gobernanza y copropiedad
Un verdadero cambio de poder exige ir mucho más allá de la retórica sobre la apropiación nacional y avanzar hacia cambios estructurales concretos. Los participantes se enfrentaron a cuestiones prácticas que afectan a la esencia de los acuerdos actuales: ¿Cómo sería en la práctica una auténtica copropiedad? ¿Cómo pueden seguir siendo accesibles los datos esenciales a la comunidad investigadora mundial, respetando al mismo tiempo la soberanía nacional y las prioridades locales?
El reto consiste en crear estructuras de gobierno totalmente nuevas que no se limiten a reproducir los desequilibrios de poder existentes con nombres institucionales diferentes. Esta transformación exige ir más allá de los procesos de consulta simbólicos y alcanzar un control compartido significativo sobre las prioridades de investigación, las opciones metodológicas y las decisiones de asignación de recursos.
3. Innovación metodológica y diversidad epistemológica
Tal vez lo más importante sea que el campo debe examinar críticamente sus supuestos metodológicos profundamente arraigados. Aunque los enfoques cuantitativos aportan información valiosa, su predominio ha creado importantes puntos ciegos que sólo los enfoques cualitativos y los métodos mixtos pueden abordar eficazmente.
Como observó astutamente un participante: "Hablamos de nivel nacional, pero desde una perspectiva de equidad, deberíamos hablar también de nivel subnacional". El enfoque histórico del campo en las mujeres casadas en edad reproductiva, por ejemplo, ha creado lo que los participantes describieron como "muchos silencios por parte de los hombres, las mujeres mayores, los adolescentes, la salud sexual, el placer".
El debate previo a la conferencia abogó por cuestionar activamente "la jerarquía de pruebas que hemos creado", integrando al mismo tiempo metodologías participativas y descolonizadoras sin sacrificar el rigor analítico ni la validez empírica.
Los participantes también hicieron hincapié en la urgente necesidad de desafiar la ortodoxia metodológica que ha dominado el campo. Para ello es necesario flexibilizar los enfoques cuantitativos y cualitativos y abandonar los rígidos instrumentos de encuesta en favor de metodologías adaptativas que reflejen mejor las prioridades y los contextos locales. Tales cambios requieren apoyo institucional y criterios de evaluación revisados que valoren la innovación metodológica junto con las medidas tradicionales de éxito académico.
Por último, en los debates se reconocieron las limitaciones prácticas que debe superar cualquier nuevo enfoque. Los participantes reconocieron la importante carga que supone para las personas y las comunidades la recopilación exhaustiva de datos. Cualquier enfoque transformado debe equilibrar cuidadosamente la exhaustividad con la sostenibilidad, manteniendo al mismo tiempo un profundo respeto por el tiempo y la privacidad de los participantes.
Unir las perspectivas del curso de la vida
Una mesa redonda especialmente innovadora exploró la división artificial entre las políticas de planificación familiar y de envejecimiento. La Dra. Naa Dodoo, copresidenta de la Coalición Africana para la Investigación y la Comunicación sobre el Aborto (ACORCA/COARCA), puso de relieve cómo las prioridades de los donantes se han centrado históricamente en la fertilidad, descuidando las realidades emergentes de la transición demográfica en el Sur Global.
El profesor Latif Dramani, coordinador del Centro de Investigación Regional de Economía Generacional (CREG), subrayó la necesidad de "políticas de población que aborden el ciclo vital y más allá", señalando que los países africanos están empezando a reconocer su potencial demográfico al tiempo que se preparan para el futuro envejecimiento de la población.
Este enfoque de la investigación demográfica a lo largo de toda la vida representa un cambio significativo respecto a las prioridades limitadas e impulsadas por los donantes, hacia perspectivas más holísticas y dirigidas por los países sobre el bienestar demográfico.
El camino a seguir: De la extracción a la asociación
Surgieron varios temas clave para avanzar hacia asociaciones más equitativas y una auténtica colaboración. El imperativo de desarrollar y conservar la experiencia local resonó con fuerza en todos los debates. Como señaló Dodoo, los expertos de los países en desarrollo suelen emigrar a instituciones occidentales, lo que provoca una fuga de cerebros que socava los esfuerzos de capacitación. El cambio de poder requiere no sólo el desarrollo inicial de capacidades, sino la creación de condiciones sostenibles para retener el talento en los países donde se lleva a cabo la investigación.
También se hizo evidente la necesidad de replantearse los incentivos a la investigación. Los investigadores académicos deben ir más allá de las estrechas métricas centradas en la publicación y orientarse hacia marcos de investigación que sirvan realmente a las necesidades públicas y políticas. Esta transformación incluye el desarrollo de una mayor capacidad de comunicación y la colaboración directa con los responsables políticos y las comunidades, en lugar de limitarse a los círculos académicos.
Una comunidad mundial de prácticas
Quizás lo más importante es que la preconferencia de Brisbane demostró la creciente comunidad mundial comprometida con estos cambios. Desde investigadores que documentan experiencias de salud menstrual que las encuestas tradicionales pasan por alto, hasta responsables políticos que abogan por enfoques demográficos integrados, pasando por metodólogos que desarrollan innovadores marcos de métodos mixtos, el cambio se está produciendo en múltiples niveles simultáneamente.
El reto ahora es la coordinación y la aceleración. A medida que el campo se enfrenta a continuas perturbaciones -incertidumbre en la financiación, presiones políticas y cambios en las prioridades sanitarias mundiales-, la ventana para una transformación fundamental puede estar estrechándose.
Las conversaciones en Brisbane dejaron claro que el cambio de poder en la investigación sobre SDSR no se trata sólo de ser más inclusivo, sino de sobrevivir. En una era de creciente autoritarismo, reducción del espacio cívico y multilateralismo cuestionado, la credibilidad y relevancia del campo dependen de su capacidad para servir genuinamente a las comunidades que estudia.
Esta transformación no se producirá sólo con buenas intenciones. Requiere cambios concretos en los mecanismos de financiación, las estructuras de gobierno, los enfoques metodológicos y los incentivos profesionales. Y lo que es más importante, requiere un compromiso sostenido de todas las partes interesadas -investigadores, financiadores, responsables políticos y comunidades- para llevar a cabo la ardua tarea de reconstruir las relaciones de investigación sobre bases más equitativas.
La preconferencia sobre el cambio de poder proporcionó una hoja de ruta. La cuestión ahora es si el sector tiene la voluntad colectiva de seguirla.
La Preconferencia del Subcomité de Cambio de Poder de la CIP2025 fue organizada por la Conferencia Internacional sobre Planificación Familiar (CIPF) y se celebró en la Universidad de Queensland, Brisbane, Australia, el 13 de julio de 2025. El evento reunió a investigadores, profesionales, responsables políticos y financiadores de todo el mundo para explorar marcos para asociaciones equitativas en la investigación de la salud sexual y reproductiva.